El Banco de España presentó la semana pasada la encuesta destinada a evaluar el conocimiento financiero de las familias.
La encuesta en cuestión se estructura en tres preguntas sobre inflación, tipos de interés compuesto y diversificación del riesgo.
El resultado no fue muy esperanzador. A pesar de que el nivel ha mejorado dos puntos con respecto a la encuesta de 2016, la puntuación media sigue siendo bastante pobre.
Solo el 53% de los encuestados acierta a responder preguntas básicas. El nivel de aprendizaje es muy lento, lo que indica que existe un amplio margen de mejora que nos lleve a alcanzar los niveles de conocimientos financieros de otros países europeos.
La educación financiera es muy importante para aprender a gestionar las finanzas personales y, por ello, es necesaria una revolución en la forma de enseñar estos conceptos básicos.
Si queremos dar un salto en el nivel de conocimiento financiero de los españoles lo más efectivo sería llevar su enseñanza a la escuela.