Hoy traigo que el Senado ha encontrado a Koldo y el PSOE la memoria de ETA, como de pronto te acuerdas de dónde dejaste el coche antes de entrar en la discoteca. Conozco a sevillanos que iban a Pamplona en sanfermines y recordaban que habían dejado el coche en la calle Kalea en la ciudad en la que todas las calles se llaman calle Kalea.
Los jóvenes de Sortu se han hecho un vídeo las gafas de Otxandiano, que le puso su equipo le puso para parecer un buen chico. Se ponen así los dedos en la cara como los de la ceja de cetapé. La gafa hace de Otxandiano un perfecto empollón, como esos juniors que salen de las consultoras abrazados con sus novias juniors de las consultoras. Ah, Otxandiano, junior de una bigfour de las postrimerías del terrorismo, ETA no era un grupo armado, no era una banda terrorista, era un powerpoint con gafa de partido de tipo guay, sostenible y transversal, de leer a Marcuse.
Gafas de coña como de demócrata que vende el ciego de Top Secret, que vendía artículos de coña marinera, pero no zurullos de coña. Gafas de que Bildu ha sentado la cabeza y entienden el dolor de las víctimas de ETA aunque justifiquen, apoyen y acompañen a los terroristas. Gafas de broma de Otxandiano que llevan la nariz pegada y me pregunto qué otras partes de Otxandiano vendrán incorporadas con las gafas. A ETA le flipaban las gafas. Las llevaba Urrusolo Sistiaga, Urías, la Pepona, Thierry, Martitegui, Fiti y Madariaga, que era el aita de todos estos y el carnicero de Mondragón. En ETA siempre se consideraron unos intelectuales, con pistola y lecturas. Yo creo que estaban ciegos de odio.