Hoy en "Alguien tenía que decirlo" entramos directamente en materia. Cuenta Kiki Dee que responde al deseo tanto de ella como de Elton John de emular los duetos de la Motown sacándose ellos el suyo propio de la manga.
La química entre ambos es audible pero ojo, él grabó su parte en Toronto y ella en Londres. El primer número uno de Elton John en las listas del Reino Unido. Y hasta aquí.
Alguien tenía que decirlo: Cuando tengas una canción perfecta no hagas una nueva versión para modernizarla porque en cuestión de muy poco tiempo se te va a quedar atrozmente antigua. Ya había grabado una versión con Miss Peggy en El show de los teleñecos.
Esta de 1994 con RuPaul está producida por Giorgio Moroder, de amplio historial delictivo en estas lides. El videoclip o el horror visual. Esos sintetizadores como de Casio, ese sonido ratonero, ese Elton con el piloto automático, RuPaul muy lejos de Kiki Dee en calidad vocal.
En 2024, el original de 1976 suena fresco como el primer día y la versión de 1994 parece una reliquia. Es un caso particularmente sangrante por venir perpetrado por el intérprete original, pero por desgracia no es el único.
Qué decir del American Pie de Don McLean de 1971. Ese repartidor de periódicos que el 3 de febrero de 1959 ve en una portada que han muerto en accidente de avión Buddy Holly, Ritchie Valens y la banda The Big Bopper. (“El día que la música murió”).
Un himno generacional de ocho minutos y medio que emociona traspasando épocas y fronteras. Por eso puede decirse que Madonna no tuvo la más feliz de las ideas… Madonna, que probablemente sea mejor cantante que Don McLean, convertida en una especie de IA que despoja a la letra de toda emoción. Fue un éxito mal que nos pese, número uno en EEUU, UK y más países.
Estamos hablando del año 2000, su intérprete dijo que quería trasladar ese espíritu de la muerte de Buddy Holly al momento en que la música se enfrentaba a la convivencia, que se demostró muy dura antes de encauzarse gracias a las plataformas de streaming, con Internet. Otro antes y después en la música. Rupert Everett hace segundas voces. Ay, amigo, las bandas sonoras.
Personalísima canción de Gordon Ligthfoot sobre el fracaso de su primer matrimonio por culpa de su propia infidelidad. El mayor éxito de este cantante canadiense fallecido hace un año. If you could read my mindla han cantado Liza Minnelli o Barbra Streisand entre alrededor de cien versiones. Pero la más exitosa llegó en 1998 como artefacto para promocionar la película 54 y de paso vender muchos CDs con la banda sonora… eran otros tiempos.
Tres cantantes de house reunidas bajo la fórmula Stars on 54. Fue un gran éxito, también en las listas españolas. Toda la personalidad de la letra arrojada por la borda. Es verdad que ya era un homenaje a la música disco de los setenta hecha en los noventa pero hoy suena como si hubiera sido grabada en disco de pizarra.
Todo es susceptible de ser “actualizado”. El otro día en La Brújula de la Economía hablabais de esta quinta de Beethoven de Walter Murphy lanzada en 1976 pero que no alcanzó el verdadero éxito hasta ser incluida al año siguiente en la BSO de Fiebre del sábado noche.
Vamos a viajar hasta los años 30 del siglo pasado. Compuesta por Irving Berlin, gran éxito desde 1930, en realidad Putting on the Ritz es lo que podríamos llamar un estándar, se ha versionado muchísimo, desde Fred Astaire en 1946 hasta la que yo creo que es la más instalada en el imaginario que es la de Gene Wilder y Peter Boyle en El jovencito Frankenstein. Pero no vamos a hablar de esa.
¡Ah, los 80 y las voces robotizadas! Esta de Taco está considerada por Rolling Stone una de las peores canciones de los años 80. El videoclip fue todo un éxito en su día en los primeros tiempos de MTV pero hoy tiene problemas para ser emitido por el tema del blackface. Irving Berlin vivía todavía (95 años, murió con 101) convirtiéndose en el autor de mayor edad en colar un tema en el Billboard.
Pero vamos a terminar aquí, en España. Canción generacional donde las haya en España. Compuesta en la playa de la Malvarrosa mientras Antonio Vega hacía la mili en Valencia. Producida por Teddy Bautista.
Hay teorías sobre quién era esa chica de ayer. Mi ca ca ca cabeza da vueltas da persiguiéndote. Ha sido muy versionada también, de German Coppini al Canto del Loco pero seguro que ya todos imagináis por dónde voy…
Enrique Iglesias en 2002. Por cierto, su Chica de ayer es hoy igual de vieja como lo era la de Nacha Pop en aquel entonces. No tenemos nada en contra de Enrique Iglesias ni de las mangas kilométricas en los jerséis pero no se puede quitarle más el alma a una canción.
¿Por qué este fregado? Su equipo no entendía que un madrileño no triunfara en España en la misma medida en que lo hacía fuera. Quizá se optó por una de las canciones más asociadas a Madrid y la edad de oro del pop español para intentar romper esa barrera.
En fin, que cuando una canción es inmortal puede versionarse pero rara vez saldrá bien “modernizarla”.