Se entrega el galardón del Nobel de Literatura, y este año, tienen su dosis de polémica. Tras el escándalo sexual del 2018, que obligó a suspender el premio, este año el jurado ha reconocido el trabajo de Peter Handke, un dramaturgo austríaco muy señalado por negar el genocidio bosnio.
A raíz de esta historia, nos planteamos en el Gabinete si se puede separar al individuo de su legado artístico. Nos preguntamos cómo empaña, si lo hace, la vida a la obra. O al revés, si puede la obra regalar indulgencia a quién es un miserable en su vida. Reputadísimos artistas y científicos que han pasado a la historia como tales, manifestaron en su vida personal comportamientos amorales, ofensivos o incluso agresivos. La vida y la obra, y la madeja que se teje entre ambas es una reflexión tan recurrente como interesante.