Iwasaki cree que la lectura debe ser distinta a nivel local y a nivel nacional. “En clave andaluza se abre una etapa que en lo que ocurre en la comunidad es un espejo que se puede extender al resto de España. Cuando hablamos de fin de bipartidismo, se habla de fin de mayorías absolutas. Ahora se gobierna dialogando, con acuerdo concretos con cuestiones muy precisas. Ahora no sabemos qué va a pasar con las diputaciones. En clave nacional, estos resultados le van a dar tranquilidad al partido socialista. El auge de ciudadanos va a ser significativo”.
Elisa Beni advierte de que “Los partidos convencionales corren el riesgo de hacer una lectura mala de la situación, algo muy habitual. La lectura la trasladamos a la nacional y la apañamos como nos conviene. Las tendencias de las encuestas se han cumplido. Las tendencias a nivel nacional es que el PP cae pero Podemos puede pasar al PSOE. Harían mal, sobre todo el PSOE, que esta foto no tiene valor por lo sucedido en Andalucía”.
Anna Grau apunta que “En Andalucía se dan unos factores diferentes a lo nacional. Tras las europeas parecía que la descomposición del bipartidismo era más rápida por el auge e Podemos. Ahora daría una debacle del PP y el PSOE aguantando. Ni tanto ni tan poco. Ahora Podemos como ciudadanos tienen que demonstrar de qué madera están hechos”.