María Luisa Cava de Llano, defensora del Pueblo, habla del informa que recoge la inquietud d ela gente que no puede hacer frente a su hipoteca y aunque sabe que no se pueden hacer milagros, cree que se puede intentar paliar la situación: “Hay una normativa sobre obligaciones de transparencia hipotecaria, que hay que tener en cuenta. Los notarios han de saber informar a la gente sobre qué es lo que están firmando y cuáles son las cláusulas. Eso es algo a tener en cuenta. Muchas veces se han concedido los créditos de forma irresponsable. En ocasiones se han dado créditos muy por encima del valor de las viviendas. Las entidades tasadoras suelen formar parte de las mismas entidades financieras, de los bancos. Esto en cuanto a medidas preventivas. En cuanto a las medidas paliativas, no está bien regulado el tema de la insolvencia de las personas físicas. En algunas circunstancias muy especiales se podría llegar a la dación en pago. Ante una situación excepcional como la que estamos viviendo, habrá que buscar una respuesta excepcional a las personas hipotecadas que están en una situación desesperada”.
A la cuestión acerca de si los políticos irresponsables deben ser castigados, la Defensora del Pueblo afirma que “una persona que no sabe gestionar el dinero público debe quedar inhabilitada para seguir gestionando dinero público en el futuro. El tema de la inhabilitación lo veo necesario. No se puede permitir que se gestione de una forma irresponsable porque el pagano siempre es el bolsillo del ciudadano”.
Además, María Luisa Cava de Llano cree que debería haber medidas restrictivas a la burocracia política. “Los principios básicos que debe tener cualquier administración pública son la austeridad, el control del gasto y el equilibrio presupuestario. Se tiende a promulgar cuantas más leyes mejor, para dar la sensación de que se hacen más cosas. Ha llegado un momento en que esto ha estallado. Hay que volver a pensar y a redimensionar las administraciones públicas”.
Sobre su futuro como Defensora del Pueblo declara que le gustaría continuar ya que quiere a esta Institución y dice conocerla bien. Aun así, es consciente que la elección no le corresponde a ella: “Son las tres quintas partes del Congreso y del Senado. Eso exige, como mínimo, ponerse de acuerdo a los dos grupos mayoritarios”.