EN BUENAS MANOS

Profesionalismo Médico

Para abordar este asunto, la Academia Médico-Quirúrgica (AMQE) acogió en la Facultad de Medicina de la UAM la Sesión ‘Profesionalismo Médico: de la formación al desempeño profesional’. Participaron como ponentes: el Profesor Jesús Millán Nuñez-Cortés (Director de la Cátedra de Educación Médica FL-UCM), el Profesor Juan Antonio Vargas Núñez ( (Decano de la Facultad de Medicina de la UAM) y el Profesor Manuel Rodríguez Zapata (Decano de la Facultad de Medicina de la UAH).

ondacero.es

Madrid |

El profesionalismo médico es un compromiso que el médico voluntariamente asume consigo mismo y con la sociedad por el que se compromete a actuar en su profesión con valores éticos. No lo firma ante un juez o un notario, lo carga sobre su conciencia, con él limita voluntariamente sus poderes y asume una serie importante de obligaciones en su práctica clínica. Así lo definió Jaime Merino, Catedrático de Patología General, de la Universidad Miguel Hernández.

Para abordar este asunto, la Academia Médico-Quirúrgica (AMQE) acogió en la Facultad de Medicina de la UAM la Sesión ‘Profesionalismo Médico: de la formación al desempeño profesional’. Participaron como ponentes: el Profesor Jesús Millán Nuñez-Cortés (Director de la Cátedra de Educación Médica FL-UCM), el Profesor Juan Antonio Vargas Núñez ( (Decano de la Facultad de Medicina de la UAM) y el Profesor Manuel Rodríguez Zapata (Decano de la Facultad de Medicina de la UAH).

El Dr. Jesús Millán, recoge en una de sus publicaciones los tres principios fundamentales de la profesión médica según el American College of Physicians, la European Federation of Internal Medicine y el American Board of Internal Medicine. El bienestar del paciente prima sobre otros valores. Nos obliga a servir exclusivamente al interés del paciente. Por eso, el altruismo y la generosidad características del médico contribuyen de manera decidida a que el enfermo reconozca este valor en el profesional. Consiguientemente, no es un valor que debiera estar influido por corrientes o presiones sociales, administrativas o de otro tipo (incluidas, naturalmente, las económicas). Otro principio primordial es la autonomía del paciente. El médico debe respetar la decisión de sus pacientes, siempre que éstas no ataquen a la ética médica o conduzcan a una práctica inadecuada. Y este es un principio que encierra, además, otro valor: la honestidad del médico con el paciente para que éste sea conocedor de la realidad y pueda tomar decisiones que posteriormente se han de respetar. Y finalmente el principio de Justicia social. Esto significa que el médico está encargado de impulsar la justicia dentro del sistema de salud y también de denunciar las injusticias o las posibles discriminaciones en la prestación de servicios sanitarios basada en razones injustificables (sexo, raza, nivel socioeconómico, religión o cualquier otra). El médico ha de promover que todos los que se encuentren en las mismas condiciones de salud tengan acceso a las mismas alternativas. Lo contrario no es justo ni equitativo. Y esto tiene especial consideración a la hora de una justa distribución de recursos. Como quiera que los recursos son limitados, no es ética la discriminación en su aplicación, como tampoco lo es consumir recursos sin justificación.

Los ponentes expusieron a lo largo de la sesión que en la actualidad la medicina está centrada en el paciente. Realizar una verdadera Medicina Centrada en el Paciente, no sólo involucra al médico y al paciente, sino que supone un reto extraordinario y requiere de una reestructuración del actual del sistema sanitario. También se reflexionó sobre ello en la mesa redonda posterior a las ponencias, dónde aprendimos muchas cosas, porque como saben, para moderar hay que estudiar mucho sobre la temática de la sesión.

En definitiva, los médicos pueden ser empáticos o no empáticos, pero como dijo Max Weber la ética de la profesión es la ética de la responsabilidad. Es lo que hay. Seguro.