EN BUENAS MANOS

La apnea del sueño en niños se asocia a trastornos del aprendizaje y peor rendimiento escolar

La atención directa está alterada en el 45,5% de los niños, la hiperactividad en el 30,8% de los casos y el déficit de atención en el 53,8%, según recoge el Documento de consenso del síndrome de apneas-hipoapneas durante el sueño en niños publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de la Separ.

ondacero.es

Madrid | 18.09.2018 13:23

La apnea del sueño en niños se asocia a trastornos del aprendizaje y peor rendimiento escolar
La apnea del sueño en niños se asocia a trastornos del aprendizaje y peor rendimiento escolar | Redacción

El síndrome de apneas-hipoapneas del sueño (SAHS) tiene un impacto negativo en el comportamiento y rendimiento escolar, pues en el 75% de los casos, según un estudio realizado en niños de entre 3 y 12 años, afecta a la atención, la memoria, la estructuración espacial y la ansiedad, según recoge la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

La atención directa está alterada en el 45,5% de los niños, la hiperactividad en el 30,8% de los casos y el déficit de atención en el 53,8%, según recoge el Documento de consenso del síndrome de apneas-hipoapneas durante el sueño en niños publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de la Separ.

De hecho, la comorbilidad de los trastornos respiratorios del sueño y el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se cifra en un 23%, según este documento de consenso. La apnea del sueño en la infancia es un trastorno respiratorio del sueño que se caracteriza por una obstrucción parcial o completa intermitente de la vía aérea superior que interrumpe el sueño y sus patrones normales. El SAHS en niños tiene unas características muy diferentes al SAHS en el adulto en cuanto a su etiología, síntomas y tratamiento. Es una patología muy prevalente en la edad infantil, ya que se estima que entre el 2% y el 4% de los niños de entre 2 y 6 años padecen este síndrome.

En la edad infantil, los factores de riesgo que pueden favorecer el desarrollo del SAHS son las amígdalas de gran tamaño (hipertrofia amigdalar), tener vegetaciones nasales (adenoides), las malformaciones craneofaciales, las enfermedades neurológicas, las neuromusculares, la parálisis cerebral infantil, el reflujo gastroesofágico y la obesidad, factor de riesgo este último que va al alza.

“La falta de horas de sueño, la interrupción del sueño y la hipoxia tienen consecuencias negativas para el organismo. Las repercusiones de este síndrome van desde las alteraciones cardiovasculares, el retraso pondo-estatural y, desde el punto de vista neuroconductual, se ha demostrado que puede provocar problemas de aprendizaje, con disminución del rendimiento escolar. Por ello, los especialistas de SEPAR reclaman que se tenga una mayor conciencia de la importancia de los trastornos respiratorios del sueño en la infancia”, explica la Dra. Olga Mediano, coordinadora del Área de Sueño de SEPAR, además de coordinadora de la Unidad de Sueño del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara, de la Universidad de Alcalá e investigadora del CIBERES.