En un principio la pareja había acordado no vacunar a sus hijos, sin embargo, durante el divorcio el padre cambió de opinión y solicitó su vacunación.
El magistrado considera que la negativa de la madre carece de avales científicos, mientras que el calendario de vacunación responde a estudios que buscan una mejor protección de la población. Asimismo, la Audiencia aclara que no se busca discutir las creencias de los progenitores, sino de asegurar que no sean perjudiciales para los menores.
La sentencia, además, hace hincapié en que si un menor no está vacunado puede verse perjudicado a la hora de acceder a centros de educación. De hecho, en Galicia la vacunación este curso será por primera vez obligatoria en las escuelas infantiles públicas.