La Guardia Civil, en el marco de la operación RIB TOOL, ha recuperado 100 piezas de marfil, pieles de serpientes y lagartos que iban a ser vendidos ilegalmente en el País Vasco.
Además, hay 9 personas que han sido investigadas por los delitos de tráfico de especies y maltrato animal en Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Cantabria, que vendían por internet piezas de marfil elaboradas y pieles de serpiente pitón.
Los agentes del SEPRONA en colaboración con la Sección de Fiscal y el servicio de paquetería DHL, interceptaron en el aeropuerto de Foronda (Vitoria) varios paquetes con lagartos y una pitón real vivos.
Estos animales fueron trasladados dentro de cajas de zapatos, se encontraban deshidratados, e incluso presentaban lesiones, es decir, no cumplían las especificaciones requeridas para su traslado. Tras ser incautados, los agentes han trasladado a los animales al Centro de Recuperación Karpin Abentura.
Por otro lado, la venta a través de internet de las piezas de marfil, valoradas en 17.000 euros, y de las pieles de serpientes protegidas, se realizaba sin cumplir con la normativa reguladora de la materia. Los agentes detectaron transacciones realizadas desde el País Vasco hacia varias partes de España.
Tráfico de especies protegidas
Desde la Guardia Civil explican que se trata de tráfico de especies protegidas, como por ejemplo el elefante africano, por lo que su comercialización está prohibida.
"El tráfico ilegal y furtivismo de especies silvestres, constituye una de las mayores amenazas para la biodiversidad a nivel mundial. La Unión Europea aprobó el Plan de Acción europeo para combatir el tráfico ilegal y el furtivismo internacional de estas especies silvestres, adaptado en España para aplicar las medidas oportunas (PLAN TIFIES), en respuesta al llamamiento realizado por la ONU para combatir esta problemática. Esto ha supuesto un importante reto en el ámbito de la conservación de la naturaleza a nivel mundial, que pretende contribuir a acabar con este tipo de actividades ilegales", explican.
Por otro lado, desde la Guardia Civil aclaran que "la protección de las especies de fauna incluidas en los apéndices de CITES (Convenio Internacional de Tráfico de Especies Silvestres) afecta a cualquier espécimen vivo o muerto, así como a sus partes o derivados. De no conocerse el origen de los especímenes a la hora de adquirirlos, o de las partes que puedan haber sufrido cualquier tipo de transformación, debemos tener en cuenta que pudieran contar con el mayor grado de protección posible. Por ello, se advierte que las acciones de posesión, anuncio, comercio o destrucción de especies de fauna silvestre protegidas, han de estar documentalmente regularizadas".
También recuerdan que "el envío de animales vivos debe realizarse por empresas certificadas aportando la documentación preceptiva que debe acompañar al animal".
