Se trata de 70 millones procedentes de delitos por los que cobraron entre un 10 y un 15% de comisión. Dinero procedente sobre todo del narcotráfico, en el caso de los grupos colombianos y en el caso de los grupos chinos del fraude a la Hacienda pública.
Con el dinero del narco simulaban operaciones de crédito y préstamos con empresas creadas para ello. El dinero blanqueado era luego invertido en el mercado inmobiliario en Madrid y Toledo.
Para los grupos asiáticos, cuyo objetivo final era enviar el dinero a China, Hong Kong y Taiwán, compraban joyas robadas que fundían para vender luego los lingotes de oro a empresas mayoristas que pagaban con transferencias bancarias. Han sido 28 los detenidos y hay una veintena de sociedades mercantiles que están siendo investigadas.