Por el contrario, bajaron a la mitad las agresiones de estudiantes a profesores (del 6% al 3%) y las de padres (del 3% al 2%), según el último informe de este servicio de atención inmediata y gratuita para docentes de todas las comunidades víctimas de situaciones escolares conflictivas, incluso violentas.
Fueron 1.961 los docentes que se dirigieron al Defensor el curso 2015-2016 (2.671 en el 2014-2015), de los que el 39% enseñaban en Primaria y el 35% en Secundaria.
Entre quienes recurrieron a este servicio, se dobló la proporción de aquellos que soportan acusaciones sin fundamento por parte de los padres, hasta llegar al 50%, mientras que apenas subieron los que padecen acoso y amenazas (29%).
Los enfrentamientos de docentes con otros compañeros crecieron del 9 al 11%; y los que tuvieron problemas con la dirección del centro, del 23 al 26 %.
La ansiedad es el estado anímico predominante entre estos profesionales de la enseñanza (57%), seguida a distancia por la depresión (7%), mientras que el 9% llega a estar de baja.