Jesús ha invertido los ahorros de toda su vida trabajando en el campo para que cincuenta niños de Piornal puedan disfrutar de las instalaciones de su nueva guardería. Este nuevo centro dará empleo a seis personas.
La decisión de Jesús vino motivada a raíz del fallecimiento de su esposa, Sabina, con la que llevaba 60 años. Como no tenían hijos ni nietos, la mejor forma que se le ha ocurrido de homenajear a su esposa ha sido invertir sus ahorros en esta escuela que lleva el nombre del matrimonio: Jesús y Sabina.
Los vecinos están muy orgullosos de poder contar en su pueblo con una persona como Jesús.