La Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) procederá a realizar una primera evaluación rápida de los daños sufridos por la catedral de Notre Dame, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1991, tras el grave incendio que ha arrasado buena parte del monumento parisino.
"Notre Dame representa una herencia arquitectónica, cultural y religiosa, una herencia literaria única que habla a todo el mundo", ha subrayado en un comunicado la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, que ha reconocido tener el "corazón roto" por lo ocurrido.
Según ha indicado, se va a realizar una evaluación rápida de los daños tan pronto como sea posible. "Ya estamos en contacto con expertos para evaluar los daños, preservar lo que pueda preservarse y considerar medidas a corto y medio plazo", ha precisado Azoulay, antigua ministra francesa.
La evaluación se llevará a cabo con las autoridades concernidas, tanto nacionales como locales y las que gestionan el monumento, así como las autoridades eclesiásticas con vistas a desarrollar un plan adecuado para evitar que se produzcan más daños en la catedral y recuperar todo lo posible de los elementos originales afectados por el siniestro.
A continuación, la Unesco acompañará y apoyará a las autoridades en la recuperación, rehabilitación y reconstrucción de Notre Dame, partiendo de documentación precisa basada en material de archivo, fotos, grabaciones, documentación histórica, planes y bocetos.
Notre Dame fue incluida como Patrimonio de la Humanidad en 1991 dentro de la denominación París, Orillas del Sena que incluye puentes, muelles y orillas del río en el tramo histórico así como la Isla de la Cité (donde se encuentra la catedral) y la isla de San Luis.
La catedral es considerada como el ejemplo más bonito de arquitectura gótica francesa. Su construcción comenzó en 1160 y se prolongó durante un siglo.