"No está fácil, pero está en juego la construcción y la estructura de la unión monetaria", dijo Schäuble, al abrir la sesión parlamentaria que debe dar luz verde al nuevo paquete de rescate, con un volumen previsto de 86.000 millones de euros, de los que 23.200 millones corresponden a Alemania.
El ministro aludió al rechazo que crea el rescate en sus filas conservadoras, donde se esperan unos 60 votos en contra -de los 311 diputados del grupo-, y recordó que desde que estalló la crisis se crearon los "mecanismos necesarios" para fortalecer el euro y que éstos habían dado sus frutos en países como Irlanda y España.