En un discurso en el Palacio del Elíseo para presentar sus directrices de política exterior a los embajadores franceses, Macron consideró que "Europa nunca había avanzado tan rápido en materia de defensa" y anunció que "en los próximos meses" propondrá un proyecto para "reforzar la solidaridad en materia de seguridad en la UE".
"No creo que hoy China o Estados Unidos crean que Europa sea una potencia con una autonomía estratégica", dijo Macron, quien vio en la "soberanía europea" el único modo en que la Unión puede sobrevivir.
Ese modelo será el que se confronte al "unilateralismo" en las próximas elecciones europeas, que Macron consideró fundamentales.
Al mismo tiempo, el presidente francés pidió que la reflexión para "reordenar la arquitectura de la defensa europea" incluya no sólo a los socios comunitarios, sino también a Rusia.
Alertó de que "los extremos y los nacionalismos han despertado en Europa", por lo que "hay que redoblar los esfuerzos" para combatirlos.
Macron confió en que se llegue a un acuerdo con el Reino Unido para el "brexit" (la salida del país de la UE) antes de final de año y apostó por mantener una "relación fuerte" con los británicos, "pero no al precio de la disolución de la UE".
Pidió que Europa construya una "asociación estratégica" con Rusia y con Turquía, pero al mismo tiempo cerró la puerta a este país para una eventual integración, ya que, a su juicio, el presidente Recep Tayyip Erdogan aboga por un "proyecto panislámico" que choca con los principios comunitarios.