Casi 300 yihadistas abatidos sería el saldo de los bombardeos rusos sobre Siria en las últimas 24 horas, según ha informado el Estado Mayor. Cien de esos yihadistas habrían muerto en la zona de Alepo, en el norte del país, donde las bombas rusas han destruido un arsenal y un puesto de mando.
Entre los fallecidos se encontrarían dos comandantes de algo rango del Estado Islámico, según algunas comunicaciones interceptadas por Moscú.
El Estado Mayor ruso ha explicado que ha intensificado sus ataques en los últimos días, ante el cambio de estrategia de los yihadistas que comienzan a buscar refugio en poblaciones de civiles.