Todo comenzó cuando en 2009 un médico francés rechazó la donación de sangre de un hombre que sabía que mantenía relaciones sexuales con otro, basándose en una orden ministerial francesa que existe.
El hombre recurrió hasta llegar al Tribunal de Estrasburgo que se ha pronunciado este miércoles avalando que un Estado miembro de la UE puede establecer una excepción permanente en el colectivo homosexual.
La justicia europea advierte que la ley francesa que ha motivado el caso, puede entrañar una discriminación de orientación sexual e insta a comprobar siempre que se actúa de forma proporcionada.