Rodeado de los activistas que se concentraron frente al Tribunal de Primera Instancia de Marrakech (centro de Marruecos) que examina el caso, el abogado de las jóvenes, Mulay Rachid al Ghorfi, dijo a Efe que el juez ha aplazado el veredicto hasta el próximo 9 de diciembre. "No hay ninguna prueba de una relación homosexual entre ellas. Las dos chicas negaron las alegaciones de la policía y todos los indicios nos permiten suponer que la corte declarará su inocencia", precisó.
Como estipula la legislación marroquí en los casos de menores, la audiencia se celebró a puerta cerrada y solo se permitió la entrada de familiares y miembros de la defensa. Todos, Al Ghorfi y los activistas presentes consultados por Efe, afirmaron que la sesión se desarrolló en un ambiente que respeta los criterios del juicio justo y las garantías jurídicas exigidas en los procesos contra menores.
El responsable de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos en Marrakech, Ismail Belqiah, indicó que esa agrupación defiende la inocencia de las dos chicas y aseguró que no hay pruebas de que las procesadas mantuvieron una relación homosexual. Sin embargo, precisó, incluso en el caso de que la tuvieran, deben ser declaradas inocentes porque el Código Penal marroquí tiene que someterse a los tratados internacionales que protegen las libertades individuales.
"Estamos en 2016 y todavía se castiga a la gente por lo que hace en su cama y en sus espacios de intimidad. La vida sexual es una libertad individual y nadie puede interferir en ella, incluida la ley", subrayó Hayar Mutawakil, del grupo Aqaliat, que todavía no es legal y defiende a las minorías en Marruecos. Consideró que el artículo 489 del Código Penal, que castiga con penas de entre seis meses y tres años la comisión de "actos contra natura con individuos del mismo sexo", va contra los derechos humanos y contra los tratados internacionales, por lo que su grupo pide su abolición y la puesta en libertad de todas las personas que están en prisión a causa de esa legislación.
El grupo Aqaliat defiende, entre otros, el derecho de los marroquíes a disfrutar de su libertad sexual y de conciencia y cuenta, detalló su portavoz, con dos centenares de miembros en diferentes ciudades del país. Explicó que su grupo ha solicitado a las autoridades que regularicen su situación y estimó que, si el Estado lo acepta, el número de adherentes a la organización se multiplicará por tres.
Además de las Asociación Marroquí de Derechos Humanos, que designó a Al Ghorfi para defender a las dos adolescentes, estaban presentes en solidaridad con ellas miembros de los grupos Unión Feminista Libre, Aqaliat (Minorías) y Aswat (Voces).
Al Ghorfi relató que las dos chicas se conocieron por Facebook y empezaron a salir y a viajar juntas a otras ciudades, pero el caso estalló cuando la madre de una de ellas presentó una denuncia a la policía por la desaparición de su hija. "Nadie se quejó de un caso de homosexualidad. Lo único que hay es que la madre de una de ellas pidió a la policía ayuda para localizarla porque viajó con la otra chica y se desconectó de su familia", agregó. El letrado indicó que "la policía judicial, al encontrarlas, las acusó de homosexualidad, y así empezó el caso".
Human Rights Watch (HRW) y el colectivo Aswat denunciaron hoy en un comunicado que la policía "coaccionó" a las dos jóvenes para firmar las actas de detención, que ambas "no pudieron leer". Añadieron que los informes policiales fueron "la única prueba" que aportó el fiscal durante el caso porque las adolescentes negaron el contenido de las actas.
Según la nota, ambas jóvenes pasaron un tiempo encerradas en una prisión de adultas y sólo una de ellas fue transferida a un centro de menores. Las dos adolescentes fueron puestas en libertad provisional el pasado 3 de noviembre, señaló HRW, que alertó contra la posibilidad de "maltrato doméstico" contra las dos menores.