París ha salido a la calle para mostrar su repulsa total al terrorismo después de los ataques al semanario Charlie Hebdo y a la tienda judía en los que han fallecido 17 personas.
La ciudad ha reforzado la seguridad para garantizar que no se produzca ningún incidente en esta marcha por la libertad de expresión.
Más de 2.000 policías y 1.350 militares para garantizar la seguridad de los asistentes, un despliegue "excepcional" para una protesta de la que no hay precedentes en Francia.