"Una Europa sin fronteras aseguradas seguirá siendo una Europa con controles internos", dijo el ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, quien defendió reforzar la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) y adelantó que Alemania contribuirá a ese refuerzo.
De Maizière insistió en que la UE necesita una política de repatriaciones que garantice que sólo se da asilo a las personas que realmente lo necesitan y que el resto son devueltas a sus países de origen, para lo que pidió trabajar en acuerdos con esos países de procedencia y vincular el apoyo europeo al desarrollo con la aceptación de las devoluciones.
El titular francés de Interior, Bernard Cazeneuve, también subrayó la necesidad de mejorar el control de las fronteras exteriores, para lo que apuntó a dotar de más potencia a Frontex y establecer un dispositivo de guardias fronterizos europeos, algo que aseguró que es una "prioridad absoluta" para Francia y que también apoya Alemania.
La creación de un sistema de guardias fronterizos despierta reticencias en algunos Estados miembros, reacios a ceder soberanía nacional en esta materia, pero, según Cazeneuve, esa cesión no será necesaria.