En el ultimo número de la revista Nabaa, órgano de propaganda del Daesh, divulgado en las últimas horas, "el príncipe del califato en Egipto" -que el semanario no identifica- afirma que los terroristas pueden golpear en estos lugares en cualquier momento. Al menos 48 personas murieron y decenas resultaron heridas el pasado 9 de abril, Domingo de Ramos, cuando el Daesh atacó dos catedrales de la minoría cristiana copta en el norte de Egipto.
"No aceptamos que se hiera a uno de vosotros en las operaciones contra estos apóstatas", dijo el líder yihadista dirigiéndose a los musulmanes. No obstante, admitió que "una amplia porción" de la población egipcia "está en contra" de los muyahidines (los guerreros santos) y por ello conminó a los egipcios a que se arrepientan de esta actitud, que consideró una "apostasía".
El boletín, publicado en las últimas horas en foros yihadistas, sostiene que atentar contra las iglesias está legitimado en su guerra "contra los apostatas". Asimismo, consideró como objetivo los lugares donde existan ciudadanos de los países occidentales "cruzados", como el EI denomina a los países que apoyan de algún modo el combate al terrorismo en Oriente Medio.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, declaró el estado de emergencia en todo el país tras los ataques del 9 de abril y desplegó fuerzas del Ejército en los alrededores de lugares públicos y iglesias para protegerlas. En la provincia del Norte del Sinaí, donde tiene su base el grupo Wilayat Sina (Provincia del Sinaí), la rama del Daesh en Egipto, el estado de emergencia rige desde 2014 y el Gobierno la ha declarado zona de exclusión militar, ha impuesto el toque de queda y ha cerrado el acceso a los medios de comunicación.