Se trata de la aplicación de mensajería más popular en China, WeChat, y sirve para avisar de los morosos que hay en un radio de un kilómetro. El objetivo es crear un marco de "honestidad social" que limite, de algún modo, a esos ciudadanos que los magistrados consideran que han perdido su credibilidad.
Es más, la aplicación del Tribunal Superior de Justicia de Hebei da la posibilidad de que el usuario informe a los jueces sobre los morosos que cada uno tenga a su alrededor. Detrás de todo esto están los castigos que China impone a los malos ciudadanos. Castigos sociales, recompensas, también, que Pekín impone para que te puedan dar o no un crédito o que puedas o no comprar un billete de avión. Es como nuestro carnet por puntos para conducir pero para poder vivir en libertad.