El nombre de Sam Bankman-Fried, de 32 años de edad, podría haber quedado esculpido en el Olimpo de los enfants terribles de la economía digital, al igual que el de otros visionarios como Bill Gates o Mark Zuckerberg. Este empresario de aspecto desaliñado y nerd, graduado en Física en el MIT de Boston, tuvo la visión suficiente como para detectar el furor que iban a despertar las criptomonedas entre el gran público, y aprovechó el terremoto que causó la irrupción de divisas como Bitcoin o Ethereum para llevar hasta lo más alto su empresa FTX, fundada en el año 2019.
El rápido crecimiento de FTX, que se convirtió en la segunda mayor empresa de la industria 'cripto', hizo que Bankman-Fried recibiese el título no oficial de "rey de las criptomonedas": 4 años después, Sam Bankman-Fried ha demostrado ser el líder de un colosal imperio con los pies de barro. Los 32.000 millones de valor que llegó a alcanzar esta empresa se han ido esfumando en el último lustro, a través de una serie de inversiones fallidas y opacas operaciones que han condenado a Bankman-Fried a un futuro entre rejas.
25 años de prisión y una compensación millonaria
Después de tocar los cielos de Wall Street, realizando colosales inversiones y financiando partidos políticos, este empresario ha sido condenado a abonar una compensación de 11.000 millones de dólares, y a permanecer 25 años de prisión. El joven prodigio del mundo 'cripto' ha sido acusado hasta de siete delitos diferentes, que combinados podrían sumar cerca de 110 años de privación de libertad.
Fraude fiscal, conspiración para cometer fraude, lavado de dinero... La estela de delitos detrás de la gestión de Bankman-Fried es amplia, y la justicia ha actuado al respecto.
FTX y Alameda Research
La acusación, que solicitaba hasta 40 años de prisión para Bankman-Fried, afirma que este joven ha cometido algunos de los mayores crímenes fiscales en la historia de Estados Unidos: durante años, FTX habría empleado las inversiones de sus accionistas y socios para alimentar una empresa 'hermana', Alameda Research, cuyas fallidas inversiones habrían arrastrado a la bancarrota a ambas corporaciones, que cesaron sus actividades en el año 2022.
El cierre de estos dos mastodontes financieros han supuesto la ruina de los miles de inversores que confiaron en el aspecto desenfadado del millenial Bankman-Fried: muchos de ellos llegaron incluso a invertir sus fondos de pensiones en FTX - tal y como señala el Washington Post-, sin saber que sus ahorros serían reinvertidos en opacas operaciones financieras realizadas por Alameda Research. Durante la última audiencia celebrada, Bankman-Fried ha lamentado todo lo ocurrido.
"No fueron decisiones egoístas"
"He tomado una serie de malas decisiones", ha declarado, añadiendo: "No fueron decisiones egoístas... Fueron solamente malas decisiones". Este testimonio no le ha servido al empresario para ganarse el favor del juez Lewis Kaplan, que ha emitido la condena: "Existe un riesgo de que este hombre esté en la posición de hacer algo realmente malo en el futuro, y no es un riesgo trivial", ha declarado este juez del Tribunal General de Manhattan.
El fiscal Nicolas Roos se ha mostrado igual de duro con Bankman-Fried, tal y como recoge el Post: "Es difícil entender como una persona puede ser culpable de todos estos crímenes tan significativos", ha declarado el jurista en la sesión que ha certificado el futuro en prisión de Bankman-Fried. "Sam no ha sido un asesino en serie financiero que se disponía cada mañana a hacer daño a gente", ha añadido la defensa del condenado: "No toma decisiones con malicia en su corazón, sino con las matemáticas en su cabeza".
Una pérdida de confianza mortal
FTX se llegó a convertir en la segunda mayor plataforma de compraventa e inversión de criptomonedas del mundo, por detrás del gigante chino Binance: la empresa de Bankman-Fried llegó a invertir en empresas de criptomonedas que atravesaron situaciones económicas complejas tras el estallido de la guerra de Ucrania, y también costeó el millonario patrocinio del estadio de los Miami Heat.
Sin embargo, esta exhibición de poderío levantó las sospechas de Changpeng Zao, director de Binance, que retiró su participación de FTX en el año 2022: esta decisión provocó una avalancha de pánico entre los inversores, que poco a poco fueron retirando su apoyo a la empresa que un día les prometió el triunfo en el caótico mundo de la criptoeconomía.
La pareja de Sam, implicada en el caso
A pesar de las cuestionables maniobras de Sam Bankman como CEO, el empresario siempre ha defendido que la bancarrota de su empresa se debió a la inestabilidad del mercado y a una mala estrategia empresarial, que le costó su puesto como consejero delegado. La historia de este joven empresario contiene todos los ingredientes para que Bankman-Fried se convierta en el protagonista de una futura versión de La Red Social o El Lobo de Wall Street.
La caída del 'rey de las criptomonedas' tiene hasta una faceta emocional: Caroline Ellison no solo fue la CEO de Alameda Research, sino también la pareja sentimental de Sam Bankman durante varios años. Después del estallido del escándalo, Ellison testificó en contra de Bankman, admitiendo haber recibido presiones para emplear fondos de FTX en las inversiones de su empresa.
"Alameda tomó varios miles de millones de dólares de dinero de los clientes de FTX y lo utilizó para sus propias inversiones y para pagar las deudas que tenía", señaló Ellison en unas declaraciones recogidas por El País, que señala la intención de Bankman de ganar influencia en Washington financiando caras campañas políticas, y de expandir su presencia en el continente asiático sobornando a algunos relevantes empresarios chinos.
Después de perder la confianza del mundo cripto, de sus inversores y hasta de su pareja sentimental, a Bankman le espera una larga temporada a la sombra: la corona del rey de las criptomonedas ha caído, generando un remolino en los bolsillos de las millones de personas que confiaron en su visión.