El incidente tuvo lugar el pasado 5 de octubre en el aeródromo de Zaventem de la capital belga, cuando un aparato de la aerolínea italiana Air Dolomiti con destino a Múnich estuvo a punto de chocar con otro de la compañía irlandesa Aer Lingus que provenía de Dublín.
El piloto de la compañía italiana ignoró la ausencia de permiso para despegar en la misma pista en la que aterrizaba el vuelo irlandés, agregó ese diario, que precisó basándose en fuentes próximas al incidente que la colisión no se produjo por solo "10 segundos".
Finalmente, el piloto de Aer Lingus recibió un mensaje de alerta "in extremis" para levantar su aeronave, evitar el aterrizaje y repetirlo diez minutos más tarde.
El Gobierno belga ha pedido que se investigue el incidente.