Un terapeuta es acusado de abusar sexualmente de dos menores y enmascararlo como terapias
Se ha iniciado el juicio por el que la Fiscalía ha pedido 37 años de cárcel para un terapeuta de Sabadell que está acusado de abusar de cuatro pacientes, en ellos dos menores de edad, enmascarando las prácticas sexuales a las que presuntamente les sometía como técnicas de relajación y crecimiento personal.
La Sección séptima de la Audiencia de Barcelona ha iniciado hoy el juicio contra el terapeuta, en el que los cuatro pacientes han ratificado la denuncia y los abusos sexuales de que dijeron haber sido víctimas, en una declaración que por orden del tribunal se ha celebrado a puerta cerrada para preservar su intimidad.
La acusación particular ejercida por los denunciantes había solicitado al tribunal que la declaración de las víctimas se llevara a cabo a puerta cerrada, para evitar la "perturbación" que les podría causar ser interrogados en presencia de público.
El terapeuta, que trabajaba en un centro en Sabadell (Barcelona), está acusado de haber cometido cuatro delitos de abusos sexuales, por los que la fiscal pide 37 años de cárcel y un total de 720.000 euros en concepto de indemnización por los daños morales causados a las cuatro víctimas.
El acusado se encuentra en prisión cumpliendo una pena de seis años por otros dos delitos de abusos sexuales cometidos anteriormente, uno de ellos a un menor.
De hecho, uno de los denunciantes se decidió a poner su caso en conocimiento de la justicia cuando tuvo conocimiento de la condena del procesado.
En su escrito de calificación, el fiscal ha señalado que el acusado se aprovechó de su relación de confianza con las víctimas para llevar a cabo los abusos.
Cuando el terapeuta comenzó con los abusos, en dos de los casos las víctimas eran menores de edad y, con el pretexto de ofrecerles refuerzo escolar gratuito o clases de tenis, se ganó su confianza, añade la Fiscalía en su escrito de acusación.
Después de establecer un vínculo con los menores, el procesado se prestó a realizarles "terapias de reequilibro" y "masajes energéticos", situación que aprovechó para abusar de los menores durante años.
Según el fiscal, a pesar del "rechazo" y confusión de las víctimas, el procesado se aprovechaba de la "relación de confianza" que les unía, ya que les aseguraba que los tocamientos que realizaba eran "parte de la terapia y necesarios para la curación".
Otra de las víctimas del acusado es una mujer que sufrió abusos sexuales siendo menor de edad, hecho que el terapeuta aprovechó para convencer a la víctima de que sus "terapias", incluyendo prácticas sexuales, la estaban ayudando a superar "sus traumas".
A la víctima más reciente, el acusado la conoció cuando era menor de edad y, durante unos años, mantuvo una relación médica y otra
"prácticamente consanguínea" con ella, ya que compartieron comidas y salidas "en familia", según ha concluido el fiscal en su escrito.
Del mismo modo que ocurrió con las otras víctimas, el terapeuta se aprovechó de la relación muy estrecha que mantenía con la paciente, así como de su condición de terapeuta, para enmascarar sus abusos con una serie de terapias naturales, de acuerdo con las tesis de la acusación pública.
En la sesión de hoy del juicio también han declarado "varias jóvenes" que han afirmado haber tenido contacto con el terapeuta sin haber sufrido ningún abuso, según ha resaltado a la salida de la vista el abogado del procesado, Juan Franco.
Está previsto que el procesado declare mañana ante el tribunal, al que, según su defensa, explicará que mantenía una "relación especial" con los denunciantes y negará la acusación de abusos sexuales.