Muchos trabajadores disfrutaron durante años de la recompensa de una cesta de Navidad al llegar diciembre. Y vieron cómo su empresa les privó de ellas cuando afloró la crisis. Ahora, el Tribunal Supremo dicta que este regalo es un derecho adquirido por los trabajadores y que, por lo tanto, no puede ser retirado por causas económicas.
El tribunal entiende que la cesta navideña es un derecho adquirido si se viene repitiendo en el tiempo, además de ser una concesión de carácter colectivo. De esta forma, sólo puede ser suprimida si se pacta con los trabajadores o sus representantes, tal como dicta el Estatuto de los trabajadores.