El momento más tenso entre ambos socios de gobierno.

Sánchez y Díaz se culpan del adelanto electoral en Cataluña

La convocatoria de elecciones el 12 de mayo les ha pillado a los dos con el pie cambiado. De hecho, andaban ya negociando los Presupuestos Generales del Estado con quien las ha convocado: Esquerra. Y ni Sánchez ni Díaz esperaban que el President Pere Aragonés rompiera la baraja precisamente por falta de acuerdo con los Comunes, socios de Yolanda Díaz en Cataluña. En Moncloa, lamentan el poco músculo de la líder de Sumar para convencer a los suyos.

Ignacio Jarillo

Madrid | 14.03.2024 13:50

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, en imagen de archivo en el Senado.
Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, en imagen de archivo en el Senado. | EFE/ Mariscal

A juicio del PSOE -señalan algunas voces autorizadas en los pasillos del Congreso- la líder de Sumar no ha sido capaz de persuadir a los suyos -En Comú Podem- para evitar elecciones en esa comunidad. Y eso demuestra "que Yolanda no tiene partido, no tiene estructura a la que poder pedir lealtad, como ha pasado con sus socios en Cataluña"- señalaba otra fuente socialista en el Congreso.

La Legislatura, por un casino

Y para poner en contexto lo que ha pasado, recordemos cuál es el motivo oficial de este adelanto electoral: Esquerra no logra el apoyo de En Comú Podem para aprobar los presupuestos catalanes porque los socios de Sumar en Cataluña no quieren que se construya un casino Hard Rock en Tarragona, que el PSC sí apoya. Y sin mayoría para aprobar los presupuestos, el Guvern ha decidido adelantar elecciones. Es el motivo oficial. Otras fuentes creen que Esquerra, con esta maniobra pretender evitar que Carles Puigdemont llegue a tiempo el 12 de mayo para poder ser cartel electoral de Junts, ya que para entonces aún no estará en vigor la Ley de Amnistía.

Mensaje para la hemeroteca: hay legislatura para rato

Pero desde Moncloa no quieren ahondar en la brecha provocada por todo esto entre Sánchez y Díaz. "Los hechos son los que son" -señalan- y prefieren poner al mal tiempo buena cara y recordar "que donde hay elecciones es en Cataluña, no en España y que la estabilidad está garantizada". Además, "...tenemos por delante tres años y medio de gobierno". Eso decía al entrar al hemiciclo y sin pararse a hablar el ministro de la Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños.

Pero las mismas fuentes de Moncloa no niegan que las elecciones catalanas dejan en suspenso el ya difícil acuerdo entre Sánchez, Aragonés y el prófugo Puigdemont. Y eso a pesar de que el gobierno ha cumplido su promesa y sirve en bandeja la Ley de Amnistía. Ya todo da igual. Incluso la amnistía. Porque este adelanto electoral deja en pausa la legislatura y lo más importante: el acuerdo de Presupuestos.

El contador político, a cero

En el gobierno y en el PSOE reconocen que ya solo piensan en las cuentas de 2025. Y no, no se lo esperaban. Esto lo para todo. Porque, entre otras cosas, ya no hay interlocutor al otro lado. Así lo decía la Vicepresidenta Montero: "El momento político tras este anuncio de las elecciones en Cataluña no aconseja seguir hablando de Presupuestos. Y así lo expresan Esquerra y Junts". O el propio portavoz socialista Patxi López que evita lamerse las heridas de este fracaso y reconoce que este anuncio de elecciones catalanas “descoloca el mapa político y seguramente va a haber grupos políticos (se refiere a ERC y JUNTS) que van a estar pensando más en esas elecciones que en negociar unos Presupuestos y por lo tanto... esfuerzos que conduzcan a la melancolía, mejor no los hacemos”.

Pero poco después, también en los pasillos, las malas de la película se defendían: Yolanda Díaz lamentaba que el gobierno tirara la toalla de seguir intentando negociar los Presupuestos: "Uno tiene que negociar hasta el final. Nuestros equipos de Sumar y el PSOE estaban reunidos negociando, cuando Moncloa decidió no continuar con los Presupuestos. Respetamos la posición del presidente del gobierno pero no la compartimos"- decía Díaz.

Y finalmente, Aína Vidal, Portavoz de en Comú Podem -los causantes de la ruptura con Esquerra, a cuenta del casino que no quieren que se construya en Tarragona. Vidal se quitaba de encima toda responsabilidad: "Si el partido socialista puso una línea roja (la construcción de dicho casino) y Esquerra no supo decirle que no, es responsabilidad del President de la Generalitat, no nuestra". Sea como fuere, por un casino... o para que no llegue Puigdemont, el adelanto electoral rompe la estrategia del gobierno que ha cumplido su promesa -Ley de Amnistía- y ahora ve cómo la legislatura peligra. Y todo por un casino. La suerte está echada.