En su primer acto de partido tras el paréntesis de las vacaciones, Rajoy ha iniciado su intervención refiriéndose a los atentados en Cataluña. Ha asegurado que España no se va detener por esas acciones terroristas y ha expresado su deseo de que los dirigentes políticos se dediquen a "lo fundamental", a los asuntos que preocupan realmente a los ciudadanos. "Lo que debería suceder es que algunas polémicas rancias que nada aportan a la convivencia pasaran al olvido", ha señalado.
En concreto, ha explicado que a él y a la inmensa mayoría de los españoles, incluida la sociedad catalana, les gustaría que "algunos responsables políticos renunciaran a sus planes de ruptura, de división y de radicalidad".
Pero ha asumido que eso es algo que no está en sus manos. "En nuestras manos está -ha puntualizado- la responsabilidad de defender la soberanía nacional, la Constitución española y la legalidad de Cataluña, su Estatuto, sus garantías democráticas y su pluralidad".
"Y no os quepa la menor duda -ha asegurado- de que así lo hará el Gobierno de España. Ninguna".