Ortega ha utilizado la misma estrategia que Irene Rigau y sólo ha contestado las preguntas del juez y su abogado. Ha asumido la máxima responsabilidad del proceso logístico del 9N, pero a su juicio, esto no ha supuesto la comisión de ningún delito.
"He expresado que no tengo conciencia de haber desobedecido al Tribunal Constitucional, no tengo conciencia de haber dictado ninguna resolución injusta, ni de haber cometido regularidad económica", ha afirmado Ortega.
Ante el juez ha recordado que el Gobierno central no hizo nada para frenar el 9N y que, sólo ante su magnitud, se presionó a la Fiscalía para presentar una querella, lo que demuestra que se "está criminalizando un acto político".