Según declaró Sánchez al término de esa reunión, los dos mandatarios "han convenido reforzar las políticas de retorno", que recientemente habían sufrido una reducción por parte marroquí al bajar a sólo 10 número de emigrantes irregulares admitidos cada día tras ser expulsados de España, frente a los 25 de hasta hace poco.
"En las políticas de retorno -añadió Sánchez más adelante- tenemos una sintonía y (hay) una satisfacción plena por parte del Gobierno de España con el Gobierno de Marruecos, y eso quiero agradecérselo y quiero reconocerlo", dijo Sánchez.
El presidente del Gobierno español vinculó este compromiso marroquí de agilizar los retornos de irregulares con la promesa, por parte española, de apoyar en la Unión Europea (UE) la pretensión de Marruecos de recibir más fondos en su política de contención de la emigración irregular.
"La UE debe, y así lo he trasladado al conjunto de instituciones comunitarias, volcar de manera estructural más recursos económicos para Marruecos", pues es importante "reconocer la importancia que para la UE tiene una eficaz cooperación con un país hermano como es Marruecos".
Sánchez enfatizó que España "tiene un absoluto compromiso con la reivindicación (de Marruecos) de muchas de sus políticas en la Unión Europea. Nos tienen como aliado", remachó.
Aunque no especificó a qué políticas se refería, las principales reivindicaciones marroquíes en este momento pasan, además del apoyo migratorio, por el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, un tema del que dependen en este momento la ratificación del acuerdo pesquero euromarroquí y el agrícola.