La reunión tiene pocos precedentes, abordaría el profundo malestar de magistrados del Tribunal Supremo -que no se ven representados en la voz de su presidente ni de su Sala de Gobierno- y está convocada para mañana, a la espera de que los convocantes ratifiquen en un encuentro previsto hoy mismo su intención de mantener la cita pese a las posturas de otros magistrados del Alto Tribunal que ya les han expresado su rechazo a que se celebre.
Según confirman a Onda Cero varios convocantes -tanto de tendencia conservadora como progresista-, la idea se gestó en un almuerzo entre magistrados que tuvo lugar la semana pasada a pesar de que el PP introdujo una enmienda que modifica los aspectos más espinosos de la figura del vicepresidente contemplada en el proyecto de reforma del CGPJ.
El proyecto inicial de que esta vicepresidencia fuera ocupada por un vocal del órgano de gobierno de los jueces (lo que en el seno del Supremo se veía como un auténtico comisario político) se ha modificado y esta enmienda presentada por el PP en el Senado establece un vicepresidente que debe ser magistrado del TS en activo y que no compaginará su labor con la de vocal del CGPJ.
Para muchos, esta enmienda es absolutamente insuficiente ya que la introducción de un vicepresidente cuyo nombre propone al pleno el presidente (propuesto por el gobierno) sigue incorporando en el seno del Alto Tribunal un poder derivado del político, lo que supone una concentración del poder político dentro del Supremo.
Se trata de una falta de respeto al concepto mismo de Justicia y un ataque a la independencia de los jueces, señalan las mismas fuentes, que pronostican que tanto del presidente como el vicepresidente serán de la misma tendencia, conservadora o progresista.
La reunión propuesta para mañana miércoles por estos magistrados consensuaría una declaración en contra de la injerencia política y propiciaría que la opinión pública oyera su voz en protección de la independencia judicial.
Según fuentes del Gobierno consultadas por Onda Cero, el Ejecutivo es sensible al malestar de los magistrados y la situación es reconducible.