La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha confirmado que la traslación del nuevo IRPF que estaba previsto aplicar en 2016 inyectará a la economía 1.500 millones de euros, por lo que más de 20 millones de ciudadanos "notarán esta rebaja en la nómina de este mismo mes".
"Las retenciones volverán a bajar a partir de esta fecha", ha insistido, tras incidir en que es un "buen momento" y hay "margen suficiente" para adelantar esta nueva rebaja fiscal.
Ha aludido a los mejores datos de recaudación y a la mejora del consumo y de la economía como factores que han hecho posible adelantar esta medida.
Además, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que el adelanto en seis del nuevo IRPF es compatible con el cumplimiento del objetivo de déficit público marcado en el 4,2 % del PIB para este año.
De Guindos ha dicho que también hay otras partidas que han mejorado y ha recordado la mejoría en las cargas de intereses y que el Tesoro ha emitido ya más del 60 % de las emisiones a medio y largo plazo previstas.
Sáenz de Santamaría ha afirmado que con la reforma fiscal el Gobierno pretende potenciar aún más el crecimiento económico y el empleo, y devolver así el esfuerzo hecho por los ciudadanos.
En conjunto, el Ejecutivo prevé que la reforma global devuelva 9.000 millones a los bolsillos de los contribuyentes entre 2015 y 2016 y repercuta en un alza del PIB del 0,17 % en 2015 y del 0,30 % en 2016.
"La mayor parte de las rentas pagarán a finales de 2015 menos de lo que pagaban a finales de 2011", ha aseverado Sáenz de Santamaría.
El coste recaudatorio de las modificaciones introducidas en el IRPF ascendía en el momento de aprobarse la reforma a 5.981 millones de euros y en el impuesto sobre la renta de no residentes (IRNR) a 110 millones, lo que sumaba un total de 6.091 millones de euros.
Sin embargo, ahora también habrá que tener en cuenta el impacto que supondrá extender a todos los autónomos el tipo de retención del 15 % en el IRPF, que hasta ahora sólo se aplicaba a aquellos con rendimientos inferiores a 15.000 euros.
Lo cierto es que los técnicos del Ministerio de Hacienda miran con detalle cómo trasladar técnicamente las escalas de gravamen a un ejercicio que, en principio, tendría dos aplicaciones de IRPF distintas.
La reforma del IRPF que estaba prevista suponía cinco tramos de renta a partir de 12.450, 20.200, 34.000 y 60.000 euros anuales, a los que ya se han aplicado tipos del 20 %, 25 %, 31 %, 39 % y 47 %, respectivamente.
Para 2016 los tramos previstos se situaban en el 19 %, 24 %, 30 %, 37 % y 45 %. Según el sindicato de los Técnicos de Hacienda (Gestha) será "muy difícil" aplicar la nueva rebaja del IRPF con fecha 1 de julio.
El presidente de Gestha, Carlos Cruzado, ha asegurado a EFE que no existen precedentes de que en un mismo ejercicio se hayan aplicado dos escalas distintas de gravamen.
Según Cruzado podrían surgir problemas de coordinación, por ejemplo, a la hora de saber qué gastos e ingresos corresponden a cada periodo o cómo se aplicarían las deducciones.
Otra alternativa sería -en su opinión- que se aplicara con efectos retroactivos desde el 1 de enero, algo que según Cruzado haría caer la recaudación todavía más.
El Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España ha valorado el adelanto de esta rebaja fiscal, pero también ha advertido que su aplicación a mitad de año generará "desconcierto administrativo y costes de adaptación innecesarios".
En el ámbito político, los principales partidos de la oposición han criticado que la rebaja fiscal sea un anuncio electoralista.
El portavoz de Hacienda del grupo socialista en el Congreso, Pedro Saura, la ha calificado de "regalo fiscal" para el 1 % más rico de España, y ha acusado al Ejecutivo de tomar medidas "irresponsables" e "injustas".
Saura ha afirmado que ese 1 % más rico se va a ahorrar 1.700 euros de media al año con el adelanto de la rebaja del IRPF, mientras que los 10 millones de contribuyentes con menos renta se ahorrarán de media cinco euros.
También, el candidato de Izquierda Unida a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, ha asegurado que se trata de una reforma "desigual" y "un arma electoralista".