Se están registrando 23 puestos y 10 sedes de oficinas pertenecientes a una veintena de sociedades dedicadas al comercio al por mayor de pescado en Barcelona.
Se calcula que declaraban una facturación conjunta de más de 300 millones de euros anuales a los que habría que añadir un 30% de ventas adicionales en negro.
Según las investigaciones iniciadas a mediados de 2014, estas sociedades contarían con un sistema informático para ocultar una importante volumen de facturación. Contaban con unos márgenes netos de beneficios sobre el volumen de ventas, anormalmente bajos.
Diversos indicios apuntan a que los responsables manejaban gran cantidad de dinero en efectivo y que no contaban con suficientes justificantes de venta.