61.110 euros en dos armarios. La mitad de este dinero en efectivo que el general retirado de la Guardia Civil Francisco Espinosa, imputado en el 'caso Mediador', guardaba en su domicilio apareció en el interior de una caja de zapatos en billetes de 5.000.
Onda Cero ha accedido al informe policial que recoge los efectos intervenidos a Espinosa, que en la jerga de la supuesta organización liderada por el "tito Berni", el ex diputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo, era conocido como "papá". Entre la documentación, figuran las fotografías realizadas en la diligencia de registro en su domicilio.
El general retirado guardaba 30.250 euros (en la imagen) distribuidos en fajos de 5.000 y guardados en un estuche en el interior de una caja de zapatos ubicada en el armario de la habitación principal. Además, en el mismo armario, dentro de un cajón, los agentes intervinieron sobres con 2.400 en el interior de un neceser blanco en billetes de 50; y otros 28.500 euros aparecieron envueltos en dos rollos de ropa, en los cajones del armario de la habitación contigua.
A los investigadores no les cuadran estas cantidades con sus ingresos como cargo de la guardia civil. Ademas en 2021, cuando entró en escena en la trama, Espinosa necesito el cajero con menos frecuencia, sus nuevos gastos diarios cayeron significativamente y llevaba una contabilidad casera en A y B.
La columna "cash"
En las imágenes que recoge el sumario también aparecen estos folios con anotaciones numéricas, distribuidas en columnas, de las que una se titula “Cash”. Todo ello apunta a comisiones en efectivo que se suman al resto de comilonas, viajes, estancias con su amante y otros favores apoquinados presuntamente por los empresarios, según los investigadores.
La magistrada del caso Mediador, Ángeles Lorenzo-Cuenca, mantiene a Espinosa en prisión por riesgo de fuga y destrucción de pruebas y le imputa diversos delitos de corrupción como encargado de "recibir a los diferentes empresarios en sus dependencias en la comandancia general de la guardia civil". Según la instructora, esto era fundamental para dar una apariencia de seriedad y poder a la trama delictiva y generar confianza en los empresarios captados.
El mismo proceder que, según la magistrada, hacían los otros dos investigados, recibiéndolos en el Congreso de los Diputados o en la Dirección General de Ganadería del Gobierno de Canarias.
