El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado en rueda de prensa en Moncloa que "la gran losa de España es la deuda externa", que asciende a 900.000 millones de euros. Esa cifra hará que España pague el próximo año 8.000 millones más en intereses por el coste de la deuda.
"Nuestra mayor preocupación es la situación por la que atraviesan cinco millones y medio de españoles que quieren trabajar y no pueden, especialmente los jóvenes", comenzaba diciendo el presidente, tratando de convencer a los ciudadanos de que el Ejecutivo es consciente de los sacrificios impuestos.
Rajoy ha hecho balance del curso político tras las decepcionantes palabras de Mario Draghi y ante un agosto que se prevé intenso para el Gobierno, que no disfrutará de vacaciones por la crisis económica.
"Sé que esto no le gusta a la mayoría"
El presidente ha protagonizado un discurso con una idea como telón de fondo de principio a fin: "Sabemos que esto no gusta a nadie". Así, asegurando que "no es una opción, es lo que hay que hacer", Rajoy insistía en que "hay que demostrar que España el país serio que fue".
"Estas medidas no son amables, no son populares, suponen un esfuerzo para los españoles", asegura, "pero no es opinable ni discutible la necesidad imperiosa de recortar gastos".
La última vez que el presidente dio una rueda de prensa en solitario en la Moncloa fue el pasado 10 de junio, donde explicó el rescate a la banca, en el que aseguraba que él "había sido el que había presionado".
"No prometimos milagros"
Ha recordado también el presidente que las reformas puestas en marcha "no tienen efecto inmediato". "Hemos puesto en marcha reformas que sientan las bases del futuro crecimiento de España, sin efecto a corto plazo, pero hay que hacerlas", dice.
"Por delante hay una tarea enorme", ha querido decir al final de su discurso Rajoy, que asegura que "con las reformas y la unidad de todos los españoles saldremos adelante".