Juan González del Castillo nos cuenta que para la transmisión del virus es necesario el contacto estrecho con los fluidos del paciente. Desde el momento inicial se pone al paciente en medidas de aislamientos estrictas para que exista ningún contacto con el exterior. La persona que tenga contacto con el afectado toma medidas de precaución como los trajes de protección individual para evitar el contagio.
Los sanitarios que están en contacto con los pacientes utilizan un traje de protección individual, una mascarilla con respirador, guantes dobles, una cobertura total de las piernas y los zapatos, a parte de una mascarilla facial con gafas. ''El sanitario que atiende al paciente está perfectamente protegido evitando un contacto directo con el enfermo'' nos cuenta.
Además nos cuenta que el tratamiento principal para los pacientes es de soporte, es decir, la reposición tanto de fluidos como de electrolitos para evitar que se deshidrate. Hay tratamientos experimentales pero no hay datos congruentes. ''No disponemos de ningún tratamiento específico contra el virus'' asegura González Castillo.
Nos detalla cómo es la habitación que tiene un flujo de aire que impide que el aire de dentro pueda salir al exterior. ''Aunque no se trate de una enfermedad que se propague de manera aérea es necesario ser precavido'' afirma Juan González.