Arrancamos en Córdoba, con la historia de Javier Gil, un sanitario de emergencia, que en su día a día se dio cuenta que en momentos críticos, cuando llegaban a un accidente, a un rescate peligroso en muchas ocasiones la vida de las victimas pendían de un hilo y se perdía mucho tiempo en poder sacarlos de una manera segura o por el contrario que por sacarlos con prisas se pudiera provocar algún daño cervical irreversible como una parálisis.. La cuestión es que no había ningún dispositivo que permitiera el rescate sin peligro para la persona…y es aquí cuando dándole vueltas al asunto, se lo ocurre una idea. Desarrollo un dispositivo que es como un flotador alargado, parecido a simple vista una especie de serpiente grande como una Boa, este dispositivo se coloca rodeando el cuello y en un máximo de 2-3 segundos, permite inmovilizar el eje cervical y cuello y además se adapta al cuerpo, además se pasa por debajo de las axilas para poder rescatar a la víctima. Javier ha patentado el dispositivo que se llama SNAID y automáticamente ha recibido petición de compra por parte de 199 países, aquí en España ya han mostrado su interés el ministerio de defensa, y en particular, su unidad de emergencias, la UME.
De este proyecto de gran futuro, nos acercamos a una de esas ideas brillantes y que de un plumazo han acabado con un problema que casi todas las mujeres han tenido en alguna ocasión. Tener que lidiar con una superficie empedrada o un césped subida en unos taconazos. Pues bien Raquel Rojo y otros tres amigos han desarrollado algo tan sencillo como rentable que es un protector de tacones. Se trata de algo parecido a un capuchón de plástico donde metes el tacón y tiene una base ancha como la de una copa de vino y permite asi que estés en el césped o en el empedrado sin dañar los zapatos….la empresa se llama LLELLE y está arrasando en las bodas, como regalo a las chicas.
Y nos despedimos en Algeciras, donde tres amigos han puesto en marcha una red social para compartir comida casera. El portal se llama ECOFOODNETy funciona de la siguiente manera…Cada miembro de la red pone a disposición del resto platos que el ha cocinado o puede comprar los que han cocinado otros. No se trata de un intercambio sin más. La web no funciona con dinero real sino con uno virtual que ganas cada vez que la gente adquiere tus platos y que te sirve para hacerte con otros que te apetezcan. Además este proyecto tiene una parte social, es decir, tu puedes donar las raciones que quieras a personas que lo necesitan.