Antonio Orozco, en su actuación en Mérida, enseñó su versión más rockera con su éxito 'Mírate' y su versión más estremecedora con 'A vuelos', que dedicó a los abuelos.
Fueron 3000 seguidores los que quisieron acompañar y cantar en el Teatro Romano con un repertorio que no defraudó en una cita inolvidable.