El Ayuntamiento y la Generalitat siguen en desacuerdo sobre quién debe tramitar la multa

Sin sanción a los organizadores del Festival de Paellas Universitarias, un año después de celebrar el evento sin autorización

Un año después de la celebración del último y polémico Festival de Paellas Universitarias, el Ayuntamiento de València y la Generalitat siguen ponerse de acuerdo sobre cuál de las dos administraciones debe tramitar la multa por incumplir la ley autonómica de espectáculos, que podría llegar a 600.000 euros. El festival tuvo lugar el 12 de abril del año pasado en un recinto privado para eventos de la pedanía de La Punta. Asistieron unos 25.000 jóvenes, a pesar de que el Ayuntamiento había denegado la autorización para su celebración.

ondacero.es

València | (Publicado 14.04.2020 09:43)

Festival Paellas Universitarias
Festival Paellas Universitarias | Onda Cero

La apertura de puertas del recinto del festival se mantuvo en la incertidumbre hasta el último momento, pero finalmente los organizadores decidieron seguir adelante al considerar subsanadas las incidencias alegadas por el Ayuntamiento.

El expediente sancionador contra los organizadores de las paellas universitarias es uno de los más de 4.000 que están pendientes de resolver desde que la Generalitat traspasó al Ayuntamiento la competencia de las sanciones graves y muy graves a la ley autonómica de espectáculos públicos. El convenio de transferencia de esas competencias se publicó en el Diari Oficial de la Generalitat un mes después de la celebración del evento, el 13 de mayo de 2019.

La Abogacía de la Generalitat sostiene que la competencia es del consistorio porque el expediente todavía no se había iniciado en la fecha de publicación del convenio. Por su parte, el Ayuntamiento defiende por ello que es el gobierno autonómico el que debe tramitar la sanción, y que el cambio de administración podría llevar a los organizadores a recurrir la sanción y lograr que se les anulase. El consistorio ya impuso a los organizadores del festival una sanción de 1.200 euros por incumplimiento de la ordenanza municipal de contaminación acústica, en el marco de sus competencias.