Hoy con Leleman venía pensando en… la elección de Bordalás. Que a mi a priori me parece más que acertada.
Quien quiera criticarlo hablará de su última temporada en el Getafe, de si su estilo de juego es feo o de muchas de las polémicas en las que se ha visto envuelto. Yo prefiero hablar del carácter e intensidad con el que dota a sus equipos y del rendimiento del Getafe en todos los años que ha estado, no solo este último. Para mi es de esos entrenadores que exprime lo que tiene, lo que le dan. De esos que hacen equipo, que tienen estilo de juego y que le dan un plus añadido a sus equipos.
Hay otra cosa que me gusta. Me gusta que Lim se haya dejado aconsejar por los informes de Murthy y Corona. Vamos, que no haya decidido poner a ese entrenador amiguete suyo que ni es entrenador ni es nada. A priori la elección de Bordalás es la de un técnico que se asemeja más a la filosofía valencianista: la de un equipo rocoso, duro de batir, intenso… en definitiva, la forma de juego que más éxito le ha dado.
Por eso y a tiempo que algún día alguien me lo pueda echar en cara, me gusta la idea de que Bordalás sea el próximo entrenador del valencia. Nadie mejor que él para devolverle el alma a un equipo que con la llegada de Celades y las pocas ganas de Javi Gracia la había perdido por completo. Nadie mejor que él para devolverle unas señas de identidad a un Valencia que lleva año y medio desaparecido y sumido en la más absoluta de las mediocridades.
Eso si. Vuelvo a insistir. Solo hay una cosa que me preocupa. Espero que esta vez no engañe a su entrenador, a su elección. Porque si lo hace poco importará si la elección es Bordalás o cualquier otro. Espero que esa lección, la haya aprendido ya el presidente…