La denominada ‘nueva normalidad’ que se vive tras levantarse el estado de alarma provocado por la crisis sanitaria del coronavirus llega paulatinamente a todos los ámbitos mostrando en la práctica lo que supone realmente y activando la búsqueda de soluciones para poder salvar las restricciones que conlleva.
Ese es el caso de la actividad de las bandas de músicas, como la de la Sociedad Unión Musical de Crevillent que, tras tres meses de confinamiento, ha retomado sus ensayos al mismo tiempo que trabaja conjuntamente con el ayuntamiento de la localidad para buscar un emplazamiento que permita que en esos ensayos estén presentes la totalidad de músicos de la agrupación, que son en torno a un centenar.
El requerimiento de guardar la distancia social de 1,5 metros entre personas impide que la sede con la que cuenta la sociedad pueda albergar ensayos como los de antes de la llegada del covid-19 por lo que se está tratando de localizar un emplazamiento al aire libre en el que se pueda disponer del espacio físico suficiente para recuperar los ensayos con todos los integrantes de la banda de música.
En este sentido, se baraja la posibilidad de que el patio de un colegio pueda cumplir los requisitos necesarios y con el horizonte de que en las próximas semanas pueda encontrarse, con la colaboración del Ayuntamiento de Crevillent, la opción adecuada.
Ensayos en grupo, con mascarilla y toma de temperatura
En tanto que se localiza un espacio al aire libre, la banda de música de la Sociedad Unión Musical de Crevillent ha comenzado a desenvolverse en la ‘nueva realidad’. En la tarde de ayer martes retomó los ensayos en su sede y lo hizo extremando las medidas de seguridad frente a la pandemia del coronavirus.
Así, según ha contado a Onda Cero Elche el director de la agrupación Manuel Mondéjar, para poder guardar la distancia de seguridad entre personas, en la sala de ensayos solo estuvieron presentes la mitad de los músicos de la banda, que además accedieron por la puerta trasera con la que cuenta la sede de la sociedad, que da paso directo al espacio de los ensayos.
Además, a la entrada al edificio, se tomó individualmente la temperatura corporal a los músicos y éstos no van a compartir, como era habitual hasta ahora, ni atriles ni partituras. Es más, los atriles son plegables y cada músico los trae de su casa en cada ensayo, llevándoselos consigo a la finalización del mismo.
Las mascarillas también estuvieron presentes en el ensayo en aquellos músicos en los que es posible porque no tocan instrumentos de viento.