LA OPINIÓN DE DAVID MARÍN

Carta abierta a Christian Bragarnik

El periodista ilicitano opina sobre la trayectoria del Elche CF, una vez superado el ecuador de la competición, y después de 13 jornadas sin conocer la victoria en Primera

David Marín

Elche | 26.01.2021 12:34

El periodista ilicitano David Marín, en el estadio Martínez Valero.
El periodista ilicitano David Marín, en el estadio Martínez Valero. | Onda Cero Elche

Querido Christian,

Te escribo estas líneas, si soy sincero, con la intención de exponer las ideas que se amontonan en mi cabeza tras los últimos meses. Admito que, sobre todo, es un ejercicio de desahogo personal porque supongo que el mensaje será unidireccional, pues desconozco si las reflexiones de cualquiera ajeno a tu círculo de confianza despiertan tu interés o si dispones del tiempo para detenerte a leer y valorar cualquier crítica (mi deseo es que sea constructiva, si no es así te ofrezco mis disculpas por adelantado) a tu gestión.

Superado el ecuador de la temporada, la situación del Elche no es la idónea. No tanto por los puntos actuales en la tabla clasificatoria, que entran en lo que podríamos calificar como lógica si nos atenemos a la realidad del fútbol, en la que el dinero es una parte importante que luego se refleja en el terreno de juego, sino por las sensaciones, especialmente las que se acumulan después de sumar trece jornadas sin conocer la victoria. No voy a descubrirle a un hombre de fútbol como tú que, en este deporte, los resultados mandan.

Las sensaciones, como te decía, no son nada buenas. Me resisto a creer que esto no se vea desde dentro, ya sea en el vestuario o en el despacho de dirección. La ilusión del ascenso se prolongó durante las primeras jornadas de Liga, pero entenderás que trece partidos sin ganar son demasiados, incluso para el candidato inicial en todas las apuestas a ser el farolillo rojo de la competición. Y lo peor, al menos eso siento yo desde el sofá de casa frente al televisor, es la ausencia de planes para salir de la crisis, más allá de la petición de una revolución en forma de fichajes en el mercado invernal.

Estas malas sensaciones podrían rebatirse con datos. De hecho, me consta que confías en los avances del mundo del análisis de datos y sus aplicaciones al fútbol. Imagino que habrás recibido informes, más o menos detallados, sobre la evolución del equipo a lo largo de la primera vuelta. Y en los mismos habrás visto variedad de motivos para la preocupación, desde los referentes al despliegue físico del equipo, que no consigue imponerse por esta vía a sus rivales, a las diferentes variables relativas al juego.

El Elche aparece como uno de los equipos que menos remata y, a la vez, cuyo portero más paradas realiza. Dato más que preocupante, que ni siquiera alivia ya el hecho del buen porcentaje de acierto de cara a portería, ya que el número de remates es tan bajo en comparación a los otros 19 oponentes que, lo que debería ser una gran virtud, se convierte en casi una banalidad. Además, el equipo apenas tiene presencia en campo contrario, ni con el balón ni sin él. Ni llega con asiduidad al área rival ni presiona cerca de la portería de su oponente. De hecho, es el equipo que menos presión alta realiza de todas las grandes ligas europeas. Los datos son claros. Si la amplia mayoría del juego transcurre en tu campo y no en el del rival, las probabilidades de perder serán mayores que las de ganar. Regla de tres básica.

La solución que se propone a esta crisis parece ser la de fichar en enero. El entrenador pidió ¡seis refuerzos!, aunque la realidad parece ser que traerá menos. Entre otras cosas porque hacer seis fichajes ahora sería casi una ruleta rusa. Prácticamente ningún equipo que se reforzó tanto en invierno consiguió su objetivo en Primera durante la última década. Y con medio equipo nuevo volveríamos a la casilla de salida: adaptación de los jugadores, optimización de la forma física, introducción en la dinámica de equipo y juego, entre otras cosas. La diferencia es que ahora no habría nueve meses de competición por delante sino cuatro. Así que mejor traer lo justo y acertar.

Hay quien te echa en cara la planificación de la plantilla en verano. A mí me cuesta. A toro pasado todos vemos los cuernos que nos ha puesto nuestra pareja, pero las situaciones hay que vivirlas en el momento. Y la realidad es que las circunstancias para configurar el equipo no fueron las ideales, aumentadas, eso sí, por una decisión personal tuya tan respetable como arriesgada, el cambio de entrenador.

No me parece que abusaras, como se te acusa, de jugadores de tu cartera, más allá de alguna apuesta que no ha salido bien. Asumo que Marcone y Rigoni, a priori, eran buenas bazas; que Boyé y Carrillo no hubiera sido extraño verlos como refuerzos de Huesca, Cádiz, Valladolid o Eibar; que Diego Rodríguez venía a cubrir la plaza de meta suplente a coste mínimo y que a Miño y Lucumí, al menos, los conocía el entrenador. El resto de fichajes no creo que sea sospechoso de pertenecer a tu cartera de futbolistas. Se apostó por ellos y toca afrontarlo.

Otra cosa, y ya acabo, sería cuestionar si el modo de planificar la plantilla ha sido el adecuado, con esa bicefalia con la dirección deportiva. Si bien es cierto que cuatro ojos ven más que dos y que dos cerebros piensan mejor que uno, no me puedo quitar desde hace tiempo esa sensación de que no hay unidad en el club. Y en un club modesto, tú mismo lo sabrás, la unión hace la fuerza. Cuanto antes se tomen decisiones en ese sentido será mejor para todos. En Elche, en España y en Argentina hay personas perfectamente cualificadas para hacer de esta una entidad perenne en Primera División. La cuestión es encontrarlas y unirlas, no enfrentarlas.

Sin más me despido, con el deseo de que las decisiones que tomes para tratar de salir de esta crisis tengan el mejor resultado posible. Tus aciertos serán celebrados, pero no olvides que las consecuencias de tus errores no sólo las sufrirás tú, sino también una masa social que no representa una mayoría accionarial, pero sí sentimental. Y creo que en Argentina sabéis mucho de sentimientos y pasión. Ojalá al ascenso de agosto y al reciente título de Defensa y Justicia puedas añadir en mayo una permanencia en Primera División. Esa sería tu mejor respuesta a esta misiva.

Un afectuoso saludo,

David Marín