Las trece ánforas romanas requisadas por el SEPRONA de la Guardia Civil la semana pasada en una pescadería de Santa Pola, podrían pertenecer al siglo I y tener gran valor patrimonial. Una de ellas, podría ser más valiosa que el resto debido su exclusividad, según Jaime Molina Vidal, catedrático de Historia de la Universidad de Alicante (UA). Las ánforas estaban sirviendo como elementos de decoración en la pescadería, desde que unos pescadores las habían llevado hasta allí. Los marineros las arrastraron mediante redes de pesca y las extrajeron del fondo del mar. Motivo por el cual se piensa que también podrían aparecer los restos de un barco romano bajo el agua.
La Conselleria de Educación, Cultura y Deporte ha pedido a los investigadores de la UA que realicen otro informe más exhaustivo donde se incluya toda la documentación, los dibujos y las fichas correspondientes de las piezas.
El equipo de investigación de la UA ‘Patrimonio Virtual’, del que forman parte los investigadores Jaime Molina Vidal y Daniel Mateo Corredor, ya ha realizado excavaciones de este tipo. Uno de los proyectos más destacados en el que han trabajado ha sido el de la excavación del pecio romano Bou-Ferrer, el barco romano que se encontró bajo las aguas alicantinas de Villajoyosa.
Debido a la morfología de las piezas lo más probable sería que, estas hubieran servido como envases para almacenar y transportar aceites y vinos hasta la capital romana.