Los proyectos que permiten cambiar de forma radical una ciudad surgen de la combinación simultánea de una idea o visión (una imagen compartida de un futuro deseable descrito en términos precisos) y de un liderazgo.
Los responsables institucionales se enfrentan a la historia de una ciudad que requiere de la adopción de decisiones que devuelvan la ilusión basándose en una planificación de futuro y tener claro que queremos para ese futuro, que queremos para Elche.
Además deben ser capaces de conseguir una complicidad con los agentes sociales para trabajar por esa idea, pero todo ello ocurrirá si sabemos pedir las inversiones necesarias y la planificación correcta, inversiones que si llegan a otras ciudades pero nunca a la nuestra, con estas herramientas seremos capaces a su vez de movilizar también la inversión del sector privado, pero nunca a la inversa.
Resulta imprescindible, por lo tanto, como punto de partida de una idea o visión clara del futuro deseado para la ciudad, que pueda ser plasmado en un nuevo modelo. No estoy hablando de un plan urbanístico, que no deja de ser una herramienta, ni de un proyecto de un equipo de gobierno determinado, el proceso de un plan estratégico de ciudad exige de un periodo dilatado de tiempo para ponerlo en práctica, debe por lo tanto tratarse de un proyecto común de ciudad aceptado y asumido que puede ser integrado a lo largo de la vigencia de sucesivas corporaciones municipales y para ello debemos apelar a la generosidad y amor por la ciudad, por el bien común, y por el futuro de la sociedad en conjunto.
Entiendo que el modelo que permita un desarrollo equilibrado del territorio se debe basar en las cuatro ideas siguientes (extraído de modelos de éxito en otras ciudades españolas):
Desarrollo de una nueva ordenación provincial donde Elche tenga un peso específico.
Apertura de la ciudad a su entorno próximo, generando una potente accesibilidad metropolitana y urbana.
Puesta en valor de su área urbana, generando implantaciones de centralidad (cultural, palmerales, turismo, comercio…)
Fuerte apuesta por la diversificación (Industria, Sector terciarios, Agricultura y Turismo).
Por tanto, es imprescindible la consecución de un pacto político, social y económico unido a ese liderazgo que contemple estas ideas:
Pensar el territorio con una visión de largo plano y no, como se ha hecho hasta ahora, con objetivos a corto plazo.
Pensar el territorio con un enfoque global y no a partir de análisis parciales que impidan una visión de conjunto del mismo.
Pensar el territorio entendiéndolo como parte d área funcional que necesita un equilibrio en el sur, estudiando una autentica vertebración provincial y autonómica nueva y justa.