La Concejalía de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló ha presentado este martes un estudio pionero sobre el potencial de las cubiertas del término municipal para impulsar el autoconsumo energético, así como un mapa solar con información de cada edificio dirigido a la ciudadanía localizable en el web castello.es.
Estas herramientas son una oportunidad para avanzar en una transición energética justa. Así, el informe muestra una capacidad óptima de las cubiertas de la ciudad en usos residencial, industrial y terciario de 660.000 paneles solares, con una capacidad de 275 megawatios, que supondría el 44% del consumo eléctrico anual del municipio, un ahorro económico anual de 79 millones de euros y una reducción de 57.000 toneladas de C02 al año.
"Se trata de un trabajo pionero en la Comunitat Valenciana, desarrollado con la asistencia de la empresa tecnológica ImpactE, que ofrece luz para saber qué pasos y planificación ha de llevar a cabo el Ayuntamiento para encarar un transición energética lo más justa posible", ha destacado el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro, que ha resaltado que este estudio marco, el mapa solar, el próximo informe sobre emisiones 0 en dependencias municipales, la creación de la Oficina de la Energía y la dinamización de la comunidad energética local suponen una estrategia que dice que la transición energética se quiere liderada por la Administración y "ordenando una respuesta a la crisis ambiental que no sea a costa de agravar otras crisis en el territorio".
Castelló arranca así el 2023 con una planificación detallada de potencial y contribución máxima de la energía solar fotovoltaica en el municipio y con una herramienta a disposición del ciudadano para facilitar la toma de decisiones con un simple click en su tejado en la portada del web de castello.es
Ximo Masip, responsable de ImpactE, ha dado detalles de los resultados y ha subrayado el objetivo de esta actuación "para implicar a la ciudadanía en la transición energética justa".
CONSUMO DE LOS INMUEBLES
Según el informe, que se puede ver en el web castello.es, en la sección de Medio Ambiente, la capital de la Plana cuenta con un total de 23.239 edificios compuestos por 189.210 inmuebles, con uso predominante residencial 43,7%, seguido del terciario y finalmente un 2,8 % industrial. Todos sus inmuebles consumen, según datos horarios de los últimos dos años obtenidos desde la distribuidora eléctrica, 810 GWh anuales. De dicho consumo, el 48% viene repercutido directamente por el sector industrial, el 19% del sector residencial y finalmente el 33% por parte del sector terciario. Estos datos de consumo superpuestos sobre el número de inmuebles destacan el elevado uso energético del sector industrial castellonense.
El potencial fotovoltaico toma en consideración dos resultados diferentes que hay que tener en cuenta. Por un lado, el potencial óptimo o económico, que hace referencia al número de paneles necesario para satisfacer las necesidades de los inmuebles del edificio -una vivienda residencial puede tener una necesidad media de 3 paneles-.
Por otro lado, el potencial máximo técnico, que hace referencia al número de paneles que caben sobre la cubierta -esa misma vivienda puede tener espacio para 20 paneles-. Según los costes y el marco normativo actual, el escenario óptimo resulta el marco más factible de implementar por parte de la población, ya que instalar 1,6 veces más de potencia repercutiría unos ahorros únicamente 1,1 veces mayores por el extra de excedente vertido a al red que no puede ser aprovechado por los inmuebles.
Los resultados muestran que Castelló tiene un potencial óptimo de 275 megawatios, un ahorro económico anual de 79 millones de euros y una disminución de 57.000 toneladas de C02 al año.
Por su parte, el potencial máximo técnico podría albergar 430 MWp y 1,1 millones de paneles. Estos podrían generar el 73% de sus necesidades energéticas anuales, aunque se podría autoconsumir el 34%. Ello permitiría ahorrar 88 millones de euros al año al conjunto de la población y evitar 94.000 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera. Sin embargo, dimensionando las instalaciones acorde a las necesidades energéticas de cada inmueble hay que tener en cuenta los datos óptimos.
El estudio presenta los resultados también desagregados por sectores productivos. El sector industrial pese a tener la menor tasa de ocupación del territorio, 12,7% frente al 50,3% del sector residencial, consigue una mayor tasa de ahorro de emisiones -27,3% frente al 16,9% del sector residencial-. Este sector permite, con un menor número de actuaciones conseguir un mayor impacto en el ahorro de emisiones global. Además, es posible conocer las mejores cubiertas de la ciudad basadas en los diferentes indicadores, como potencia máxima disponible, mejor retorno de la inversión y mayores necesidades de potencia.
VALORES MEDIOS DE AHORRO
Los resultados permiten conocer, además, valores medios de ahorro que permiten tener un orden de magnitud en la toma de decisiones de industria, comercios, comunidades de vecinos y viviendas. Así pues, se estima un impacto notable en el ahorro promedio en el término de energía de la factura eléctrica de 350 euros/año por vivienda, 20.000 euros/año por industria y 2.500 euros/año por inmueble de uso terciario.
Castelló también encargó a ImpactE un Mapa Solar de la ciudad, de forma que cualquier ciudadano pueda consultar desde su móvil, tablet u ordenador en el web municipal el potencial fotovoltaico de su edificio completo e inmueble concreto, conociendo el número de paneles que caben en su cubierta, la recomendación del número de paneles a instalar y los impactos económicos, inversión, ahorro y periodo de retorno, derivados; así como los impactos ambientales.