Como Cristobal Colón, sin ver tierra y a punto de naufragar, así se sienten los empresarios de la restauración y la hostelería tras saber que no habrá Magdalena 2021. Son los damnificados de la crisis sanitaria como también lo son los indumentaristas de la provincia porque sus ventas a cero desde que se desencadenó la pandemia y sus negocios están condenados al cierre. Hoy los estudiantes piden que no se les criminalice y el PP vuelve a reivindicar la apertura del centro de salud Constitución.