El sistema antiincendios del Alcázar funciona bien. Así ha quedado de manifiesto esta misma mañana cuando se ha puesto a prueba, 156 años después de que un incendio destruyera este importante monumento.
El 6 de marzo de 1862 se quemó el Alcázar y en los últimos años se ha trabajado a conciencia para que eso no vuelva a suceder. Coincidiendo con este aniversario, todos los años se pone a prueba el sistema. Todo ha funcionado bien, desde las alarmas, que han saltado al primer indicio de humo, a las tomas de agua, al evacuación de los trabajadores y visitantes y la puesta a salvo de las obras de alta. El director de la Academia, el coronel José María Martínez Ferrer, se mostraba satisfecho al concluir el simulacro.
El patronato del Alcázar ha continuado durante el año pasado trabajando en el monumento. Destacan las obras de consolidación de la muralla norte y la recuperación del postigo del hospital, o postigo del obispo. También los estudios arqueológicos y la tapia de los jardines norte. Para este año 2018 se inicia la tramitación para conseguir la aprobación del adecentamiento de la plaza de acceso al edificio.