La escalada del precio de la electricidad y la amenaza de restricciones del sector gasista están provocando que térmicas como As Pontes (A Coruña) vayan a recuperar la actividad. Un hecho que confirma la opinión de quienes pensaba que el Gobierno de Pedro Sánchez se estaba precipitando al autorizar el cierre de las térmicas.
Desde las cuencas mineras del norte de nuestra comunidad se muestran indignados al demostrarse que la producción de energía térmica sigue siendo fundamental para que España no dependa de terceros países. Cada vez son más las voces que consideran que nunca se debían haber autorizado el cierre de las térmicas sin tener alternativas en funcionamiento para producir energía. El responsable de UGT Guardo, Carlos Mesa, es rotundo al afirmar que "las eléctricas se frotaron las manos cuando el Gobierno autorizó el cierre de las térmicas ya que así podían ganar más dinero vendiendo la energía que producían con las renovales".
Carlos Mesa asegura que “vivimos en un país de pandereta, donde vamos de ecologistas, poniendo en peligro actividades que desarrollan al medio rural”. El líder sindical afirma que los que nos gobiernan son urbanitas que menosprecian a sectores como el de la minería y la ganadería. Considera que Iberdrola cerró la térmica "sin dar alternativas reales de creación de empleo para la zona". En este sentido es tajante al asegurar que "los parques solares que se plantean servirán para que cuatro alcaldes ganen dinero y el resto de vecinos se tengan que ir al no tener empleo” mientras que la térmica de Velilla garantizaba la producción de energía y creaba riqueza económica en la zona.