La Asociación Ecologista La Braña ha presentado una nueva denuncia por la muerte de un ave. El cadáver fue hallado por un vecino justo debajo de la línea de evacuación de energía que va desde El Pical hasta la subestación de Cillamayor. En esta ocasión, se ha tratado de un buitre leonado que ha sido víctima de la línea de alta tensión que comunica la central eólica con la estación energética. Las coordenadas de su hallazgo se comunicaron al Seprona y posteriormente los miembros del colectivo ecologista formularon la pertinente denuncia ante la Guardia Civil.
Esta denuncia se une a otras cuatro que la Asociación ha presentado ante la Benemérita por el mismo motivo: la muerte por electrocución o traumatismo que tanto las aspas de los molinos como las líneas de alta tensión y la subestación de Cillamayor, están provocando en la avifauna de la comarca. Y es que, los mayores asesinos de aves son estas instalaciones allá donde se construyen, como está empíricamente demostrado desde hace dos décadas. Las denuncias no son más numerosas porque tras la caída de un ave, sus restos son devorados con suma rapidez por otras especies. También, la circunstancia de que una persona encuentre esos restos y que lo comunique inmediatamente a las autoridades pertinentes, no suele darse.
El hecho de que El Pical sea colindante con una Zona de Especial Protección de las Aves, como es el Parque Natural Fuentes Carrionas-Fuente Cobre, ha provocado la muerte de infinidad de aves y quirópteros desde hace 24 años. Las nuevas líneas de alta tensión y subestaciones previstas en la zona y apoyadas por los ayuntamientos de Barruelo, Brañosera y Aguilar no harán sino que estas muertes se multipliquen. La Braña confía en que el proceso judicial que acaba de comenzar, evite estas instalaciones y “ponga a cada uno en su sitio”.